Momento de grandes operaciones
Es el momento idóneo para el diseño de las grandes operaciones corporativas. Por primera vez desde digamos 2011, aunque puede que más, parece que el crédito vuelve a fluir y ello se refleja en el mercado. Así, empresas como Grupo Damm o Altamira están refinanciando sus préstamos sindicados y, otras como Grupo DIA, está realizando operaciones de adquisición de gran relevancia en el mercado.
Este aumento de operaciones se debe a la liquidez que parece existir en el mercado y a los tipos de interés actuales que resultan más beneficiosos que los existentes en los últimos años.
De este modo las Financiaciones Sindicadas que se firmaron en el entorno del 2011 o del 2012 (que razonablemente deberían vencer en el 2016 o en el 2017) vuelven ahora a refinanciarse antes de su vencimiento evitando el repago de la deuda y aprovechándose así de los nuevos tipos de interés más bajos, con lo que se mejora notablemente el coste financiero de la deuda.
A modo de indicativo, el Euribor a tres meses que en 2011 estaba en valores cercanos a 1 punto porcentual (1%) o 100 puntos básicos, en la actualidad y tomando como referencia junio, se encuentra a niveles históricos negativos, concretamente a -0.013%. Cobra ahora especial atención la cláusula del tipo de interés que limitaba la oscilación del Euribor, como tipo de referencia, al establecer que, en ningún caso, podría ser inferior a cero (0) puntos, cláusula que, no obstante y salvo excepciones, es más reciente de lo que pudiera parecer.
Adicionalmente a lo anterior también hemos visto una notable rebaja en los márgenes aplicados por las Entidades Financieras que han paso de los, aproximados, tres (3) puntos porcentuales de 2011/2012 al punto y medio porcentual (1,5%) que podemos ver en la actualidad, con el consiguiente ahorro de costes de un 50% de media.
En definitiva, es un buen momento para que las empresas se planten la refinanciación de sus financiaciones corporativas.
Éste aumento de liquidez ha motivado la reactivación de las grandes operaciones de inversión y de adquisición de activos en las que han entrado nuevos jugadores ?entre otros, Socimis, Grupos de Distribución y Aseguradoras- además de los grandes fondos de inversión que han venido realizando operaciones de adquisición en un régimen, hasta ahora, de práctica exclusividad.
Como consecuencia de la liquidez derivada de las nuevas posibilidades de financiación de las compañías, conviene poner de manifiesto una serie de particularidades a la hora de realizar una operación de adquisición.
De este modo es preciso que las compañías que se proponen hacer una operación de inversión o adquisición evalúen la decisión a través de sus respectivos órganos y planifiquen el proceso de un modo preciso en atención a la complejidad que revista la operación. Es importante manejar los plazos con realismo ya que las urgencias injustificadas derivan en que el proceso no se realice con todas las garantías.
A este respecto, conviene poner en valor los procesos de asesoramiento y de due diligence o de revisión del objeto de la adquisición o inversión. Procesos que requieren de una alta especialización y, particularmente, del tiempo preciso para poder llevar a cabo el proceso de revisión con todas las garantías y por parte de profesionales con experiencia que ofrezcan las garantías suficientes como para anticiparse a los riesgos que de este tipo de operaciones pueden derivarse para el comprador y/o el vendedor.
Un manejo inadecuado o poco realista de los tiempos sólo contribuye a un aumento de riesgos y a un entorpecimiento del proceso de adquisición o inversión. La planificación correcta se hace, más que nunca, fundamental.
Oscar Rodriguez
Publicada por Revista Dirigentes